La información como datos de la cartera de clientes, propiedad intelectual, información financiera y comercial, entre otros, es uno de los activos más importantes de las empresas sin importar su tamaño o actividad. Poder protegerla y mantener su confidencialidad es una tarea compleja, sobretodo en el medio del auge del teletrabajo, donde la posibilidad de acceder a esta información sensible es esencial para la continuidad de los negocios.
Una estrategia efectiva de protección de datos debe contemplar:
Identificación y clasificación de toda la información en la organización,
Determinar distintos niveles de acceso y permisos para lo colaboradores internos y externos,
Detectar posibles amenazas de forma temprana y realizar acciones preventivas.
Estas son sólo algunas de las medidas que las organizaciones deben tomar para protegerse. Existen en el mercado una gran cantidad de herramientas y procedimientos que pueden aplicarse a cualquier tipo de empresas, lo importante es saber cuáles son las más adecuadas y cómo maximizar su uso, para que la inversión en seguridad de los datos sea bien aprovechada.